Estos brookies suaves y cremosos combinan la rica exquisitez chocolatosa de los brownies con los bordes crujientes y masticables de las galletas. Crujientes por encima, cremosos por dentro y con un intenso sabor a chocolate, son el capricho perfecto para cualquier amante del chocolate. Con un equilibrio perfecto entre texturas crujientes y cremosas, ¡estos brookies son fáciles de preparar e irresistibles!
85gChispas de chocolate negro o con leche (½ taza)
Sal marinaopcional
Elaboración paso a paso
Precalentar el horno: Precalentar a 160 °C (320 °F) con ventilador o a 170 °C (338 °F) con ventilador. Forrar una bandeja de horno con papel vegetal.
Derretir el chocolate y la mantequilla: En un recipiente resistente al calor, combinar el chocolate negro picado y la mantequilla. Derretir en una cacerola con agua hirviendo a fuego lento, removiendo ocasionalmente hasta obtener una mezcla homogénea. Retirar del fuego e incorporar el extracto de vainilla.
Batir los huevos y los azúcares: En un recipiente aparte, batir el azúcar extrafino, el azúcar demerara y los huevos a alta velocidad con una batidora eléctrica. Continuar batiendo hasta obtener una mezcla ligera, espesa y esponjosa.
Combinar los ingredientes secos: En otro recipiente, tamizar la harina, el cacao en polvo, la levadura química y la sal. Agregar las chispas de chocolate.
Mezclar la masa: Incorporar suavemente la mezcla de chocolate derretido a los huevos batidos y el azúcar. Incorporar con cuidado los ingredientes secos, mezclando justo hasta que se integren. No mezclar demasiado. • Con una cuchara y horneando: Coloque montoncitos de masa del tamaño de una cucharada en la bandeja para hornear, espaciándolos. Hornee de 12 a 14 minutos o hasta que la superficie esté cuajada y crujiente.
Enfriar y servir: Retire del horno y espolvoree con sal marina (si la usa). Deje enfriar en la bandeja durante 10 minutos y luego transfiera a una rejilla.
Notas
Derretir chocolate: Evite calentarlo demasiado para evitar que se endurezca. Use fuego suave. Superficie crujiente perfecta: Batir bien los huevos y el azúcar ayuda a crear esa textura característica. No mezclar demasiado: Mezclar demasiado la masa puede hacer que los brookies queden densos en lugar de ligeros y masticables. Tamaños uniformes: Use una cuchara para galletas para asegurar porciones uniformes y lograr una cocción uniforme. Enfriar: Dejar enfriar en la bandeja ayuda a que se endurezcan y mantengan su textura masticable.